Bienes raíces, características de una inversión inmobiliaria

Bienes raíces, una inversión en el mundo inmobiliario

Bienes raíces en México

Los bienes raíces son una forma de inversión que se realiza por medio de un instrumento principal que son los terrenos y diferentes tipos de inmuebles, como casas, edificios completos o departamentos. Se trata de un área de oportunidad que los inversionistas voltean a ver, debido a que puede llegar a generar valiosas utilidades.

Invertir en esta área económica no es algo que se deba hacer por cuenta propia, es importante que un experto en bienes raíces asesore a la persona o empresa que va a incursionar en este sector, es decir, al comprador de un inmueble, ya que hay varios puntos importantes que se deben conocer, por ejemplo, los documentos notariales que se necesitan para dicho fin.

Definición y rasgos característicos

Por eso, el punto de partida para comprender con mayor detalle todo lo relacionado con esta forma de inversión (compra/venta), podría ser la definición, ya que a partir de ésta, se desarrollan algunas de las principales características de los bienes raíces.

El término “bienes raíces” hace referencia a las propiedades físicas y todo lo que hay dentro y/o alrededor de ellas, por ejemplo, una casa con jardín y las cercas que lo dividen o un departamento con espacio para estacionamiento. Este concepto abarca a cualquier tipo de inmueble que esté fijo en la tierra, tanto de manera física como de forma legal.

Cuando hablamos solamente de “bienes”, nos referimos –desde el punto de vista de la economía- a los elementos físicos que se construyen o adquieren para satisfacer ciertas necesidades básicas de las personas, es decir, un edificio que se destinará a la ocupación habitacional o por el contrario, que puede servir como oficinas corporativas.

Los tipos de bienes raíces

Para continuar con los elementos o características que son necesarias para comprender mejor el tema de los bienes raíces, se debe tener en cuenta que por tratarse de construcciones fijadas al suelo (vía legal y física), se pueden dividir en tres grupos:

  1. Residencial: su destino es la ocupación como vivienda, ya sea casas independientes o departamentos en edificios.
  2. Comercial: son los inmuebles que se ocupan como oficinas, bodegas, almacenes y tiendas de diferentes giros.
  3. Industrial: se refiere a los espacios que se emplean como fábricas y/o empresas dedicadas a la transformación de materiales de acero, por ejemplo, una mina.

Cómo funcionan los bienes raíces en México

Tal como lo hemos mencionado a lo largo de este artículo, los bienes raíces son elementos físicos que funcionan como un instrumento de inversión, que puede realizarse a través de fideicomisos.

Cuando las construcciones se destinan al arrendamiento, las personas que invierten en las fibras se mantienen atentas a algo conocido como plusvalía, un término que se refiere al beneficio que se obtiene cuando hay una diferencia positiva entre el precio de compra de un inmueble, contra su costo de venta.

En el ámbito de los bienes raíces, la plusvalía es muy importante, pues está directamente relacionada con la ubicación de un inmueble, es decir, su conexión con vialidades que brinden una buena movilidad y que la zona sea segura, atractiva y con sitios de esparcimiento muy cercanos.

Qué son las bienes raíces en México

Una vez que se ha adquirido una propiedad, por ejemplo, un departamento en preventa, el dueño adquiere ciertos derechos sobre dicho inmueble, los cuales son:

  • Posesión: es simplemente el poder que tiene de ocupar su propiedad y vivir en ella.
  • Disfrute: puede utilizar su inmueble como lo desee y para los fines que más le convengan.
  • Control: se refiere a la forma en que determina cómo mantener seguro y en buenas condiciones su inmueble.
  • Exclusión: solamente el dueño puede participar en los anteriores derechos de un inmueble.
  • Disposición: se refiere a la venta total o parcial que se hace de una construcción.

Consideraciones generales de este tipo de inversión

Después de conocer de manera general los diferentes conceptos y características de los bienes raíces, consideramos pertinente hacer mención de algunos factores que no deben pasarse por alto cuando se desea invertir en este instrumento, ya del lado de quien adquiere un inmueble o de quien lo pone a la venta.

Entre los principales factores a los que se debe poner atención es al Registro Público de la Propiedad. Es un historial que sirve para comprobar que una persona es dueña de un inmueble; además, funciona como una “radiografía” que muestra la situación fiscal de dicha construcción, si está escriturada o intestada, o si ha tenido diferentes dueños.  

El Registro Público de la Propiedad es un archivo básico en este ámbito, pues al ser un registro histórico de una propiedad, permite que la compra o venta de inmuebles se realice sin complicaciones futuras. Por ejemplo, si se compra un departamento con crédito hipotecario, esto debe quedar asentado en el Registro Público, para que una vez liquidado el crédito, un notario haga un trámite que se conoce como liberación de gravamen.

Aquí entra una figura importante en los bienes raíces: el notario. Se trata de la persona encargada de certificar que las personas involucradas en la compra/venta de un inmueble, sean quienes dicen ser. Además, corrobora la condición estructural de la propiedad, forma en que se realizará la transacción (efectivo, transferencia electrónica, etc) y cuando sea necesario, informar al Servicio de Administración Tributaria (SAT) el valor económico real de la casa o departamento que se desea vender o comprar.

Otro punto a considerar en los bienes raíces tiene que ver con la preventa, es decir, cuando se adquiere un departamento, por ejemplo, cuando todavía está en construcción o incluso, cuando todavía está en planos arquitectónicos. Muchas personas deciden comprar sus viviendas a partir de esta modalidad, ya que el costo es menor al que se ofrece una vez que las construcciones están terminadas.

Al momento de comprar un inmueble se deben tener presentes todos estos aspectos, pues no sólo se trata de buscar inmuebles al azar, es básico que se conozcan todos los conceptos y características de los bienes raíces para que se haga una inversión inteligente que se traduzca en beneficios permanentes.

En el caso particular de la Ciudad de México, hay algunas colonias reconocidas por la plusvalía que representan para las personas que desean adquirir un hogar. La Roma y la Condesa son un ejemplo de esto, pues están ubicadas en la zona centro de la capital, por lo que tienen buena conectividad vial, además de sitios turísticos que fomentan la seguridad y derrama económica en dichas zonas.

Otras colonias céntricas que las personas consideran de las mejores para vivir son San Rafael y Tabacalera, ya que están cerca de avenidas principales, atractivos turísticos (como el Monumento a la Revolución), escuelas privadas, parques, bancos y otros sitios que facilitan la vida diaria de los que habitan en estos barrios.

Es por lo anterior que Punto Destino es una buena opción para todas las personas que buscan un nuevo departamento en las zonas más populares de la Ciudad de México. El equipo de esta empresa está conformado por arquitectos y diseñadores que tienen más de 18 años de experiencia en el sector inmobiliario y más de 100 desarrollos construidos y entregados, por lo que saben la importancia que tiene vivir en un buen espacio.

Los desarrollos de Punto Destino se ubican en las colonias Roma, Condesa, Cuauhtémoc, San Rafael y Tabacalera, por lo que todos están rodeados de vialidades principales, parques, centros comerciales, escuelas, corporativos y museos, esto permite que las personas que habitan estos departamentos puedan tener un buen estilo de vida.

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Los bienes raíces en la historia

Para finalizar y después de haber conocido un poco más sobre las características y consideraciones generales que se deben tener en cuenta sobre los bienes raíces, veremos rápidamente la historia de este tipo de inversión, pues ha tenido influencia de diferentes culturas y épocas.

El antecedente más antiguo podría ubicarse hace miles de años, cuando los nómadas comenzaron a establecerse en territorios fijos pues la agricultura les permitió ir formando pequeñas poblaciones (el origen de las ciudades) ya que era fácil acceder a los alimentos.

Con el establecimiento de estas poblaciones, el dominio de un pedazo de tierra tomó importancia pues esto era visto como símbolo de poder. En Egipto, por ejemplo, los faraones eran los encargados de repartir la tierra y además, era dueño de las piedras con las cuales se hacían las construcciones, por lo que esto representa las primeras formas de control y organización de los bienes raíces.

Con el paso de los años apareció otro episodio importante que influyó para que el mercado inmobiliario se conozca como es ahora. Sucedió en Roma, cuando se destituyó al Rey Lucio Tarquino (conocido como “el Soberbio”) para instaurar un gobierno que se basó en la propiedad privada de la tierra.

La Revolución Francesa y el liberalismo que caracterizó al siglo XIX, cambiaron el poder que la Iglesia y la clase noble tenían sobre las tierras, pues esto representaba un obstáculo para el progreso económico de Europa.

Otro antecedente de los bienes raíces se dio del otro lado del mundo, en el continente americano, los antiguos pobladores de México también repartían las tierras para tres fines: uso propio, para construir obra pública y para los cultivos de la población.

La evolución del mercado inmobiliario en México tuvo algunos momentos determinantes en la historia, uno de ellos fue la Reforma, cuando se desamortizaron los bienes que acumuló la Iglesia Católica. Posteriormente, los bienes raíces tuvieron otro momento clave con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que en 1988 hizo posible que entrara más inversión al país.

Además, en esa época apareció la figura del desarrollador inmobiliario, muy importante para esta industria, pues es la persona o empresa que se dedica a la compra de terrenos para construir edificios de departamentos, o en otros casos, remodelar las construcciones que ya están hechas. Todo esto es con la finalidad de que otras personas se los compren y con esto, obtenga ganancias.

Por eso, cuando se desea comprar un departamento nuevo, es indispensable que las personas se acerquen con un experto en bienes raíces, para que brinde la asesoría adecuada y los compradores puedan adquirir el inmueble que más se adapte a sus necesidad económicas y sociales.